El pasado 22 de noviembre falleció Fernando Fernán Gómez, una de las figuras más representativas de las artes escénicas de nuestro país, a los 86 años víctima de un cáncer.
Su carrera tetral fue impulsada por Enrique Jardiel Poncela, y comenzó en el cine a principios de los años 40, una de sus primeras películas fue "Cristina Guzmán" (1943).
Desde entonces ha participado en más de 180 películas, ´ha dirigido 25 filmes y ha escrito una docena de obras teatrales, entre ellas "Las bicicletas son para el verano". Ha recibido numerosos galardones como el Premio Prícipe de Asturias de las Artes, los Premios Nacionales de Cine y Teatro, la medalla de oro de la Academia de Cine y cinco premios Goya. Fue elegido miembro de la Real Academia en 2000 dónde ocupaba el sillón B.
Su última participación en el cine fue de la mano de los directores Daniel Trueba y Luis Alegre, un documental-conversación titulado "La silla de Fernando".
Los restos del actor fueron instalados en el Teatro Español de Madrid donde amigos y admiradores puedieron acercarse para despedirse de él.
El ambiente en las calles muestra la sensación general para todos los españoles de haber perdido a alguien grande, una figura insustituible del ámbito cultural español. Así por ejemplo me comentaba Alejandro, vecino de Zaragoza: "Era lo más grande que ha habido, con diferencia además". A pesar de ello lamayoría de las personas piensan que trás una larga trayectoria como la de Fernando hay que asumir que le había llegado el momento. "Lo he sentido,como con toda la gente que te agrada y se va, pero ha cumplido también el hombre, con 86 años..."
Las personas de más edad recuerdan con nostalgia las películas más antiguas. "La película que más recuerdo es La mies es mucha".
Respecto al homenaje despedida que se organizó en el Teatro representando una tertulia en un café con música de tangos ha suscitado opiniones diversas; Carmen dice que le ha encantado, lo considera "muy original"; en cambio Tomás lo considera "extravagante" y "poco apropiado".
La sociedad española hechará de menos a éste cómico, actor, director y escritor, algunos lo consideran muy cercano. "Me parece una persona con un humor muy cercano al aragonés, muy socarrón, me viene ahora a la mente la imágen de Labordeta en el congreso de los diputados" dice Alejandro sin poder evitar una carcajada.
Por toda su dedicación, que nos quedrá para siempre en su películas, libros y obras de teatro, tenemos que agradecer su generosa aportación al mundo de la cultura español, y desde el cariño de sus admiradores sólo podemos decir: Hasta siempre Fernando.
