miércoles, 26 de marzo de 2008

SER ILEGAL Y PROSTITUTA

Otro de los trabajos que nos pidieron para clase fue un reportaje sobre inmigración, la verdad es que el que me asignaron a mí no me gustó demasiado: Cursos para inmigrantes. Así que una compañera y yo decidimos buscar algo más interesante.
Lo que he añadido a continuación es una pequeña parte de nuestro trabajo. Decidimos salir a la calle y buscar testimonios de trabajadoras sexuales en situación ilegal. La verdad, es bastante complicado, pero conseguimos hablar con tres chicas, de las cuales ésta fue la que más nos habló sobre su vida, su situación y su viaje a nuestro país.
Gerge salió de Ghana en camión, atravesó el magreb, y llegó hasta nuestras costas en patera. No murió, tuvo suerte. Está empadronada y hace la calle. Tiene 21 años(o eso dice ella porque yo tengo dudas de si alcanzará los 18), llegó a Zaragoza hace un año.
Todo el dinero que gana es para ella, “soy prostituta porque soy ilegal y no encuentro otro trabajo, ¿qué que querría ser? No sé ”, dice en un inglés machacado. “Si aparece la policía me voy corriendo”, nos anuncia mientras hablamos con ella en mitad de la calle.
Cuando un hombre la maltrata, los policía del barrio le indican la puerta de la comisaría de Delicias “y si no quieres ir, vete a casa”, sólo cuando las lesiones son muy graves puede denunciarlo, pero prefiere no hacerlo... Gerge trabaja todos los días, gana lo suficiente como para alquilar una habitación e ir tirando. No más. No tiene deudas. Según cuenta, vino sola.
En Zaragoza hay algunos que la llaman puta negra o escupen a su lado. “Hay hombres a los que se les ves en la cara que son unos cerdos, a otros no se les nota, pero luego son peores”, dice con gesto de asco.
Piensa que la gente en Zaragoza es racista “cuando te ven les oyes decir, mira esa, sólo porque soy negra”; en los comercios le hacen esperar porque además de negra la gente del barrio sabe que es prostituta. En cambio entre los inmigrantes no nota estas actitudes, “son sólo los de aquí, con los negros, chinos, portugueses bien”, comenta Gerge.
Al preguntarle por el uso de protección nos mira como si estuviésemos locas y añade “si, siempre uso preservativos”
Le hacemos preguntas sobre su situación familiar en Ghana,cómo es su familia, de qué viven y cuál era su calidad de vida pero ella sólo balbucea una frase:“Si tuviera dinero no habría venido a España, me gustaría volver a mi país”.

1 comentario:

falceitor dijo...

Acojonante, compañera de pupitre. Pa flipar, có!

Y no te muerdas tanto las uñas, que te tengo aquí al lado y no paras.